Nos han traicionado
July 30, 2022
Por WeMove Europe
El Parlamento Europeo votó a favor de regalar miles de millones de euros a empresas muy contaminantes. Según las nuevas directrices, y a pesar de su toxicidad, el gas fósil y los combustibles nucleares se clasificarán como inversiones «sostenibles».
No hay forma de suavizar el golpe: las cosas no salieron como queríamos. Es el equivalente a darle una estrella Michelín al peor tugurio del mundo.
La comunidad de Movemos Europa se ha movilizado para llenar los vacíos en la lucha contra el cambio climático y no recompensar a los sectores que han provocado esta crisis. Pero, aunque hemos perdido la votación, también hemos logrado muchos avances al unir fuerzas.
Para empezar a contrarrestar las mentiras que nos han contado durante años, teníamos que llamar la atención y estuviste a la altura de las circunstancias. Fuimos miles de personas que se coordinaron para entrar en acción todas a una. Enviamos tuits, escribimos correos electrónicos y llamamos por teléfono a los eurodiputados. Creamos además un vídeo que desmontaba los mitos de la industria y que se volvió viral en las redes.
Pasaban los días, y las semanas… y seguíamos avivando la llama del cambio. Un alud de donativos individuales llegó desde todos los rincones de Europa para que pudiéramos dejar volar la imaginación a la hora de apretar las tuercas a quienes nos representan.
Compramos espacio publicitario en los sitios web y periódicos impresos más importantes, colocamos vallas a las afueras del Parlamento Europeo y colaboramos con profesionales del periodismo para escribir artículos que desmontaran los bulos de las multinacionales contaminantes.
¿El objetivo de todo esto? Que nuestro mensaje fuera muy visible para los eurodiputados y estuviera en todos los lugares, medios y espacios que frecuentan.
Y ese no fue el punto final. Nos plantamos en Estrasburgo para armar un gran revuelo antes de la votación final. Nos aliamos con grupos de base y ONG de todo el continente para que la clase política supiera que la ciudadanía europea estaba muy pendiente de sus actos.
A lo largo de varios días, nos manifestamos, descolgamos pancartas enormes, formamos cadenas humanas a las puertas del Parlamento Europeo. Incluso tomamos al hemiciclo por sorpresa con una acción de protesta en la gritamos alto y claro: ¡nos habéis traicionado!'.
También entramos en el edificio del Parlamento para colgar carteles en las puertas de todos los eurodiputados antes de la votación, lo que dio lugar a muchas conversaciones para convencerlos de que se decantaran a favor de la gente y el planeta en el Pleno.
Y funcionó. En un principio, solo 190 representantes del Parlamento Europeo tenían la intención de votar en contra de que el gas y las nucleares se clasificaran como «sostenibles».
Para cuando terminamos nuestras intervenciones, habíamos conseguido 279 votos. Ese cambio se debe a lo que pusiste de tu parte y es un motivo de orgullo.
Hemos perdido esta votación, pero la lucha nos ha traído avances increíbles. Cuando la Comisión de Medio Ambiente y la de Asuntos Económicos y Monetarios se reunieron para decidir su postura, optaron por rechazar que el gas y las nucleares se consideraran sostenibles. La balanza se inclinó a nuestro favor, no al de las grandes empresas contaminantes.
En vista de esos resultados, la industria de la energía fósil redobló los esfuerzos para que las nuevas normas les sonrieran. Y cuando llegó el momento de la verdad, algunos políticos no tuvieron el valor de plantarles cara.
Pero la comunidad de Movemos Europa sí tiene ese valor. Siempre hemos sido gente valiente. Llevamos años trabajando a destajo para que la UE dé prioridad a los intereses de la ciudadanía y el planeta. Ese objetivo nos ha llevado a enfrentarnos a industrias muy «sucias» una y otra vez.
Pero no se ha perdido toda esperanza. Mientras nos reagrupamos y decidimos qué pasos dar a continuación, nuestros socios Client Earth, WWF y Transport and Environment han decidido llevar el asunto a los tribunales.
**Pasaban los días, y las semanas… y seguíamos avivando la llama del cambio.** Un alud de donativos individuales llegó desde todos los rincones de Europa para que pudiéramos dejar volar la imaginación a la hora de apretar las tuercas a quienes nos representan.
**Compramos espacio publicitario en los sitios web y periódicos impresos más importantes, colocamos vallas a las afueras del Parlamento Europeo y colaboramos con profesionales del periodismo** para escribir artículos que desmontaran los bulos de las multinacionales contaminantes.
¿El objetivo de todo esto? Que nuestro mensaje fuera muy visible para los eurodiputados y estuviera en todos los lugares, medios y espacios que frecuentan.
Y ese no fue el punto final. **Nos plantamos en Estrasburgo para armar un gran revuelo** antes de la votación final. Nos aliamos con grupos de base y ONG de todo el continente para que la clase política supiera que la ciudadanía europea estaba muy pendiente de sus actos.
A lo largo de varios días, **nos manifestamos, descolgamos pancartas enormes, formamos cadenas humanas a las puertas del Parlamento Europeo. Incluso tomamos al hemiciclo por sorpresa con una acción de protesta en la gritamos alto y claro: ¡nos habéis traicionado!'**.
También entramos en el edificio del Parlamento para colgar carteles en las puertas de todos los eurodiputados antes de la votación, lo que dio lugar a muchas conversaciones para convencerlos de que se decantaran a favor de la gente y el planeta en el Pleno.
**Y funcionó.** En un principio, solo 190 representantes del Parlamento Europeo tenían la intención de votar en contra de que el gas y las nucleares se clasificaran como «sostenibles».
**Para cuando terminamos nuestras intervenciones, habíamos conseguido 279 votos.** Ese cambio se debe a lo que pusiste de tu parte y es un motivo de orgullo.
Hemos perdido esta votación, pero **la lucha nos ha traído avances increíbles.** Cuando la Comisión de Medio Ambiente y la de Asuntos Económicos y Monetarios se reunieron para decidir su postura, optaron por rechazar que el gas y las nucleares se consideraran sostenibles. La balanza se inclinó a nuestro favor, no al de las grandes empresas contaminantes.
**En vista de esos resultados, la industria de la energía fósil redobló los esfuerzos para que las nuevas normas les sonrieran**. Y cuando llegó el momento de la verdad, algunos políticos no tuvieron el valor de plantarles cara.
**Pero la comunidad de Movemos Europa sí tiene ese valor. Siempre hemos sido gente valiente. Llevamos años trabajando a destajo para que la UE dé prioridad a los intereses de la ciudadanía y el planeta.** Ese objetivo nos ha llevado a enfrentarnos a industrias muy «sucias» una y otra vez.
Pero no se ha perdido toda esperanza. Mientras nos reagrupamos y decidimos qué pasos dar a continuación, nuestros socios Client Earth, WWF y Transport and Environment han decidido llevar el asunto a los tribunales.){kind=link}